Un estudio hecho por Profamilia concluyó que la pobreza, la deserción escolar y la falta de información sobre sexualidad aumenta las probabilidades de que una adolescente se convierta en mamá y que un joven deba asumir tempranamente la paternidad.
Un equipo de investigadores de Profamilia se puso en la tarea de descubrir qué determina socialmente que una adolescente se convierta en madre antes de cumplir 19 años o que un hombre deba asumir tempranamente la paternidad. Porque el número de casos en el país continúa en aumento, lo que deja graves consecuencias como el hecho de que 9 de 10 jóvenes en esta situación abandone sus estudios para nunca regresar.
Las razones que encontraron son claras. La mayoría de estos embarazos adolescentes se dan por falta de oportunidades (pobreza), deserción escolar y un vacío de información sobre sexualidad. Este último determinante es el caso particular de las niñas que viven en áreas rurales, dentro de contextos de violencia y donde no pueden acceder facilmente a instrucciones sobre salud reproductiva.
Esas fueron las conclusiones que encontraron los expertos de la entidad, a cargo de Juan Carlos Vargas, director científico, tras analizar la Encuesta Nacional de Salud - ENDS 2015. En esos datos, además, hay porcentajes relevantes dentro de esta problemática.
De acuerdo con las cifras, los hombres comienzan su vida sexual más rápido que las mujeres. Mientras el 14% de ellas tuvo su primera relación sexual antes de los 15 años, este porcentaje llega al 30% entre ellos. De hecho, en el 17 % de los casos de madres adolescentes hay un factor común: haber tenido su primera relación sexual antes de los 14 años.
El estudio en profundidad llamado "Determinantes sociales del embarazo en adolescentes en Colombia” . Sus autores, expertos de Profamilia y de la Fundación PLAN, hicieron un llamado a "disminuir las inequidades sociales, la falta de oportunidades y los estereotipos de género".
Es importante, agregaron, tener en cuenta que no hace falta una vida sexual activa para hablar sobre anticoncepción. Esa es la esperanza para que, como sucedió de 2005 a 2015, la tasa de embarazos adolescentes disminuya por lo menos en un 3,1 %.
Fuente: El Espectador.
